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Desert route
(ruta del desierto)

Jesús cuenta sus aventuras en el desierto de Tabernas:

Hola Walter, tenía pensado escribirte, asi que aprovecho tu e-mail.

Estuve en el desierto de Tabernas, pero fui con poco tiempo y no completé el recorrido previsto (seguí mi propia ruta). Las distancias son muy largas (por las características del terreno) y es complicada la orientación, aunque con línea de alta tensión y alguna identificación a distancia, con tiempo, la cosa no es tan dificil. Me quedé con la espina clavada de llegar a Tabernas. Salí de Gérgal sobre las 4:30 de la tarde (venía de estar en Cabo de Gata, por zonas de estepa), me quedé a mitad de camino a Tabernas, me desvié de mi itinerario y se me hizo de noche sobre las (8:30-9:00). La idea era hacer vivac pero en alguna loma, al aire, en terreno liso y ¡¡sin insectos!! Llegué a un cortijo rodeado de chumberas que me hicieron ir con mucho cuidado pues para evitar los perros que andaban por allí, no fuera que estuviera alguno suelto, tuve que destrepar por algunos bancales.

Me metí en una rambla ancha, donde entonces, pasaría la noche pero los insectos, en concreto las arañas, no me dejaron dormir y después de dormir una hora más o menos, cogí la rambla hacia abajo y me vinieron los problemas reales. Se empezó a llenar de vegetación y lo que eran diez-veinte metros de ancho, se fueron reduciendo a un par de ellos. Me las vi complicadas para pasar entre cañaverales, y demás vegetación, llegué un momento a ver las cosas muy negras. POr fin, con el mapa, haciendo orientación fina, casi llegué a donde se abría un camino que se dirigía a la carretera (la de Gérgal hacia el Miniholliwood, la nacional que va a ALmería).

Allí, no podía más y con algún corte sangrando (DIos, parece un drama...), trepé por una gran piedra que tenía al alcance (hasta entonces sólo tenía vegetación y no podía arriesgarme a avanzar de manera lateral pues podía perder la orientación aunque llevara brújula y meterme en mayores problemas). Esa piedra me abrió el campo de visión y gracias a la luna llena, pude seguir trepando (tú conoces esas ramblas casi verticales...)gracias a que esta rambla era un poco menos severa. LLegué a la carretera y tras tres horas de marcha paralelo a ella, llegué a Gergal y dormí en mi coche para regresar a Madrid.

Perdona que me haya extendido tanto pero quería contartelo. Pienso volver con mejor planificación (la verdad es que preparé muy mal esta ruta). Un saludo cordial. Jesús

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